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Un tesoro escondido
El tesoro escondido constituye uno de los hechos más singulares del Castillo de San Marcos que permaneció olvidado y oculto durante 8 siglos: el mihrab de la antigua mezquita.
En el reinado de Alfonso X se construyó el actual Castillo sobre una mezquita antigua, que pertenecía a al-Qanatir, la ciudad musulmana del siglo X que tomó el rey en la Reconquista.
Durante la construcción de la iglesia-fortaleza se levantó una pared justo delante del muro de la quibla y el mihrab, quedando los mismos ocultos durante 800 años.
En la actualidad este tesoro se puede admirar en la visita al Castillo, haciendo de este Monumento Nacional un lugar en el que se reúnen las culturas romana, musulmana y cristiana.